Museo de la Semana Santa de Zamora

Concurso

Primer Premio / First Prize

Convocado por

Junta pro Semana Santa de Zamora

Fecha

2018 - Actualidad

Estado actual

En construcción

El nuevo museo se desarrolla como un edificio compacto, sin apenas huecos en sus fachadas más que los de accesos y aquellos que son capaces de establecer relaciones significativas entre el interior del espacio y la ciudad, y sin patios en su interior más que el que ilumina y ventila algunas estancias en planta sótano. La volumetría se adapta en sus frentes a calle a las alineaciones oficiales y se adosa siempre a las medianeras de los edificios y parcelas vecinos.

El edificio resultante es de lectura y circulación sencilla y, sin embargo, es espacialmente complejo y rico en su condición espacial. Su materialidad acompaña estas primeras decisiones. Al exterior nos vestimos de piedra, como ya hemos explicado, para neutralizar la presencia y permitir un fondo tranquilo sobre el que proyectar la ciudad. Al interior, unos potentes muros de hormigón tintado y texturizado construyen la espacialidad. 

Unos muros que se elevan hacia el cielo en busca de la luz natural, que cae por los lucernarios y patios abiertos en su interior. Estos lucernarios tienen la doble función de introducir luz natural en el interior del museo de manera que puedan optimizarse consumos de luz artificial, pero también de provocar y conducir hacia el dramatismo al visitante.

Al exterior el Nuevo Museo se reviste de piedra de Zamora, mudo, sin intención de competir ni de emular las texturas históricas a las que acompañamos. Concentrando nuestra capacidad de impacto en los espacios interiores, nos posicionamos en un plano de la ciudad en el que podemos materializarnos como elemento neutro, dejando el único protagonismo, la única seña identitaria, a los elementos de acceso público y salida de pasos que se construirán como el primer elemento informativo al visitante: el gran portón metálico.


Arquitectos Matos Castillo Arquitectos (Alberto M. Castillo, Beatriz Matos) + Néstor Montenegro + Toni Gelabert Aparejadores Dirtec Arquitectos Técnicos Colaboradores Álvaro Parra, Jaime Rodríguez-Vigil, Begoña Torreira Instalaciones TRES D TRES Ingeniería Estructura Silvio Escolano Maqueta Controlmad (Diego Cuevas) Infografías Impar Studio, Jaime Rodríguez-Vigil 

El nuevo museo se desarrolla como un edificio compacto, sin apenas huecos en sus fachadas más que los de accesos y aquellos que son capaces de establecer relaciones significativas entre el interior del espacio y la ciudad, y sin patios en su interior más que el que ilumina y ventila algunas estancias en planta sótano. La volumetría se adapta en sus frentes a calle a las alineaciones oficiales y se adosa siempre a las medianeras de los edificios y parcelas vecinos.

El edificio resultante es de lectura y circulación sencilla y, sin embargo, es espacialmente complejo y rico en su condición espacial. Su materialidad acompaña estas primeras decisiones. Al exterior nos vestimos de piedra, como ya hemos explicado, para neutralizar la presencia y permitir un fondo tranquilo sobre el que proyectar la ciudad. Al interior, unos potentes muros de hormigón tintado y texturizado construyen la espacialidad. 

Unos muros que se elevan hacia el cielo en busca de la luz natural, que cae por los lucernarios y patios abiertos en su interior. Estos lucernarios tienen la doble función de introducir luz natural en el interior del museo de manera que puedan optimizarse consumos de luz artificial, pero también de provocar y conducir hacia el dramatismo al visitante.

Al exterior el Nuevo Museo se reviste de piedra de Zamora, mudo, sin intención de competir ni de emular las texturas históricas a las que acompañamos. Concentrando nuestra capacidad de impacto en los espacios interiores, nos posicionamos en un plano de la ciudad en el que podemos materializarnos como elemento neutro, dejando el único protagonismo, la única seña identitaria, a los elementos de acceso público y salida de pasos que se construirán como el primer elemento informativo al visitante: el gran portón metálico.


Arquitectos Matos Castillo Arquitectos (Alberto M. Castillo, Beatriz Matos) + Néstor Montenegro + Toni Gelabert Aparejadores Dirtec Arquitectos Técnicos Colaboradores Álvaro Parra, Jaime Rodríguez-Vigil, Begoña Torreira Instalaciones TRES D TRES Ingeniería Estructura Silvio Escolano Maqueta Controlmad (Diego Cuevas) Infografías Impar Studio, Jaime Rodríguez-Vigil