Museo de la Historia de la Ciudad, Pontevedra

Concurso

Accésit - Accesit

Convocado por

Ayuntamiento de Pontevedra

Fecha

2009

El proyecto busca la creación de un espacio urbano, una  plaza peatonal para la ciudad en la cubierta del nuevo museo. Proponemos una lámina cuya forma en planta es la del lugar encontrado y cuya sección se corresponde con la mínima envolvente posible capaz de responder a tres premisas:

- proteger los restos arqueológicos creando un espacio suficiente y adecuado para su interpretación y contemplación

- dar continuidad tanto visual como peatonal al Camino de Santiago

- albergar el vestíbulo produciendo un lugar claramente reconocible como acceso al museo

- causar el mínimo impacto posible a los edificios vecinos dada su proximidad 

La lámina se ondula, se eleva y desciende, se aproxima a los niveles de aceras como descansando en ellas para facilitar el acceso a su superficie. Su pavimentación recupera, como si de una proyección de las entrañas que contiene se tratara, el dibujo de los vestigios   que forman parte de la historia de la ciudad. Su acabado combina la piedra dura y rugosa, con suaves zonas de hierba. Una ligera barandilla delimitará los límites transitables. 

La nueva cubierta pasa desapercibida respecto de los edificios vecinos. Solo se levanta suavemente para permitir el paso, a través del vientre del nuevo museo, de los peregrinos del Camino que podrán, sin necesidad de entrar en el mismo, apreciar la belleza de los restos arqueológicos a través de sus paredes y suelo de vidrio.   

Conservar los restos arqueológicos y hacerlos visibles desde el exterior expresa la voluntad de mantener viva la relación entre el presente y el pasado de la ciudad más allá del espacio del propio museo.

Arquitectos Alberto Martínez Castillo, Beatriz Matos Castaño Colaboradores Franca Alexandra Sonntag, Marta Cordero, Marco Colaiacomo Maqueta Juan de Dios, Franca Alexandra Sonntag

El proyecto busca la creación de un espacio urbano, una  plaza peatonal para la ciudad en la cubierta del nuevo museo. Proponemos una lámina cuya forma en planta es la del lugar encontrado y cuya sección se corresponde con la mínima envolvente posible capaz de responder a tres premisas:

- proteger los restos arqueológicos creando un espacio suficiente y adecuado para su interpretación y contemplación

- dar continuidad tanto visual como peatonal al Camino de Santiago

- albergar el vestíbulo produciendo un lugar claramente reconocible como acceso al museo

- causar el mínimo impacto posible a los edificios vecinos dada su proximidad 

La lámina se ondula, se eleva y desciende, se aproxima a los niveles de aceras como descansando en ellas para facilitar el acceso a su superficie. Su pavimentación recupera, como si de una proyección de las entrañas que contiene se tratara, el dibujo de los vestigios   que forman parte de la historia de la ciudad. Su acabado combina la piedra dura y rugosa, con suaves zonas de hierba. Una ligera barandilla delimitará los límites transitables. 

La nueva cubierta pasa desapercibida respecto de los edificios vecinos. Solo se levanta suavemente para permitir el paso, a través del vientre del nuevo museo, de los peregrinos del Camino que podrán, sin necesidad de entrar en el mismo, apreciar la belleza de los restos arqueológicos a través de sus paredes y suelo de vidrio.   

Conservar los restos arqueológicos y hacerlos visibles desde el exterior expresa la voluntad de mantener viva la relación entre el presente y el pasado de la ciudad más allá del espacio del propio museo.

Arquitectos Alberto Martínez Castillo, Beatriz Matos Castaño Colaboradores Franca Alexandra Sonntag, Marta Cordero, Marco Colaiacomo Maqueta Juan de Dios, Franca Alexandra Sonntag